lunes, 25 de noviembre de 2013

FAUNO DURMIENTE:
El Fauno durmiente o Fauno Barberini es una obra escultórica de bulto redondo realizada en mármol asiático, cuya expresividad del  rostro y torsión del cuerpo nos lleva a identificarla como una escultura del período helenístico, concretamente del siglo I a.C. , aunque existen otras teorías que la datan del siglo III a. C.
Originariamente se encontraba en la Villa de los Papiros, en Herculano (llamado así por sus rollos de filosofía epicúrea y propiedad de Julio César) y fue descubierta en las excavaciones del  foso del castillo de Sant’Angelo, en Roma. Parece ser que durante la guerra entre los romanos y los godos, los primeros para defenderse arrojaron estatuas desde el castillo hacia los asaltantes, entre ellas el Fauno Barberini.
Bien pertenezca al siglo III o al I a.C. nos encontramos en el mundo helenístico, que es característico por su diversidad de reinos al mando de gobernantes, como fruto de la división del impero de Alejandro Magno. Muchos de ellos fueron absorbidos entre los siglos II y I a.C. por Roma, que quedó deslumbrada ante la riqueza cultural de esta civilización y por lo tanto  se helenizó.

La obra nos muestra un fauno desnudo, producto de la mitología, que se encuentra plácidamente dormido sobre una roca debido, posiblemente, a su estado de embriaguez. Todas las partes del cuerpo muestran una actitud de reposo. Se encuentra ahíto y satisfecho de los placeres mundanos. La posición de sus brazos es muy significativa puesto que en el derecho apoya la cabeza y el izquierdo, flexionado, inspira sensación de tranquilidad. Su rostro con los ojos cerrados y la boca entreabierta  invitan a la despreocupación y a la calma.
Esta obra en mármol, presenta un cuidadoso estudio de la anatomía humana, donde prima el realismo, ya que todos los detalles del cuerpo como las venas, el pelo, los músculos  o el pliegue de la piel en el abdomen debido a su posición, quedan reflejados.
El autor, por lo tanto, pretende con esta obra hacer alusión al pecado y al vicio a través de una temática mitológica. Plasma la placidez tras una orgía, un festín marcado por el desenfreno y los excesos de estas figuras mitológicas, directamente relacionadas con el dios del vino Dionisos.


El comentario es de Daniel González.



jueves, 7 de noviembre de 2013

Victoria de Samotracia




Estamos ante la Victoria de Samotracia. Es una escultura griega en mármol, de bulto redondo y cuerpo entero, esculpida en el  190 a.C., durante la Grecia helenística.

Representa a la Victoria alada posándose sobre la proa de un navío. Al parecer, la estatua fue donada al santuario de Samotracia por los rodios, pueblo habitante de Rodas en aquellos días, por una batalla naval en la que se hicieron con el control de amplias áreas al suroeste de la actual costa turca, además de conseguir la alianza con muchas ciudades de la zona. Allí fue encontrada  en 1863 por el cónsul francés Charles Champoiseau, arqueólogo aficionado.

Se aprecia su pertenencia a la época helenística por, en primer lugar, su gran tamaño: 245 cm de altura, a los que hay que sumar la altura del zócalo sobre la que está colocada.

En cuanto a la técnica, en el período helenístico ésta es similar a la del clasicismo, cuando se logra plasmar con un gran realismo la forma humana. Así ocurre en esta figura, que evidencia el gran interés de la época por la anatomía. Ésta se deja intuir a través del chitón, la típica túnica griega fina que viste la estatua, gracias a la técnica de los paños mojados, iniciada por Fidias en el clasicismo. Hay también un gran trabajo con las texturas, sintiéndose perfectamente la diferencia entre la piel, la tela y las plumas de las alas.

La herencia de siglos anteriores se ve también en la posición del cuerpo, en torsión  praxitélica: con la pierna derecha adelantada y algo doblada, y la cadera elevada hacia el lado izquierdo, sería la pierna de este lado la que soportaría el peso del cuerpo de tratarse de un ser de carne y hueso. Como no es así, el manto, que toca el suelo, da una mayor superficie para soportar el peso de la figura, haciendo innecesario un adminiculo. Su composición es abierta, sobresaliendo las alas del conjunto, y las líneas de eje son curvas, dando sensación de movimiento a la figura.

samo-nike_of_samothrake-lateralSe caracteriza también el helenístico por ser una etapa en la que la búsqueda de la belleza se hace a través de la expresión, del sentimiento y el dramatismo. Aunque no conocemos de la Victoria ni su rostro ni sus manos, que se perdieron en la historia, no necesitamos ver ni su expresión ni su gesto para sentirla poderosa, contundente y heroica, a la vez que liviana. Todo esto nos lo transmite a través de la posición del cuerpo; del chitón, que se agita y vuela, y de las alas en tensión. Parece hacer frente al viento y a las olas, que la azotan en su proa.


En estos momentos se encuentra en plena restauración. No es la primera a la que se somete, siendo una de las alas producto de una. Esta vez el objetivo es eliminar el zócalo de cemento construido en s. XIX sobre la que se apoya actualmente, y unirla de nuevo a su zócalo original,  formado por 23 bloques de  mármol gris azulado y recuperado en 1875, más de una década después de ser encontrada la figura femenina y enviada al museo del Louvre, donde sigue encontrándose. El reto es lograr el contraste original entre el tono más oscuro del zócalo y más claro de la mujer alada. Francia Japón y EEUU han invertido en conjunto 3 millones de euros para la restauración a lo que se sumará previsiblemente otro millón de euros, que está siendo recaudado a través de la web.

viernes, 25 de octubre de 2013

Tholos de Atenea Pronaia.Delfos, Grecia.





El tholos de Atenea Pronaia se encuentra situado en Delfos ,antigua  ciudad griega, que está situada en una 
meseta  en la ladera este del monte del Parnaso, al norte del golfo de Corinto. Delfos fue un centro de espiritualidad, con enorme relevancia y que llegó a gozar de un importante papel político.
El monumento fue edificado en el Ágora de Ateneas en el 465 a.C. despúes de la destrucción de Jerjes I en el 480 a.C. durante las Guerras Médicas de un monumento más antiguo que tenía la misma función. El autor del monumento es Teodoto de Focea ,quien formaba parte de la Liga Jónica, se dice que trabajó con Ictinos durante la construcción de esta obra. Pronaia significa antes del templo por lo que deducimos que el tholos dedicado a la diosa Atenea estaba situado antes de llegar al templo de Apolo.
  Pertenece al segundo clasicismo o Grecia posclásica que tuvo su origen en la unión de Oriente y Occidente conseguida por Alejandro Magno, lo cual permitió  la introducción en la arquitectura griega de rasgos del Próximo y Medio Oriente.
No se conoce con exactitud cual era la función del tholos y es posible que no se utilizara como templo aunque tenía una función religiosa que pudiera relacionarse con el culto a las divinidades ctónicas o espíritus del inframundo.
Para su construcción se mezcló mármol blanco con caliza oscura.Fue edificado de forma circular y según la colocación de sus columnas hablamos del orden períptero. En cuanto a los soportes nos consta que las veinte columnas del exterior son dóricas y otras diez finísimas sobre un banco corrido en el interior son corintias. A pesar de todo el monumento se califica dentro del orden dórico. Para la decoración se manejaron piedras de distintos colores y tanto en el interior como en el exterior era muy elaborada con escenas de amazonas y centauros.

Comentario del templo de Apolo Epicuro



El templo de Apolo Epicuro se encuentra en Bassae, cerca de la Figalia (Arcadia), Grecia. Fue construido durante la época clásica griega, entre los años 420-417 a-C. Este edificio es un templo cuya finalidad es honrar al dios Apolo
Es obra del arquitecto Ictino el cual le atribuyó el sobrenombre de Epicuro debido a la ayuda de Apolo en la peste que asoló la ciudad de Figalia en tiempos de la guerra del Peloponeso.


Es un templo períptero, de forma alargada. En cuanto al número de columnas es hexástilo (seis en el frontal y 15 en el lateral). Esta obra está formada por un pronaos y opístomos in antis, de orden dórico. Sin embargo, el naos del templo, esconde dos filas de columnas jónicas. Al fondo del naos, las dos últimas columnas jónicas enmarcan una única columna de orden corintio que separa el naos de un adyton habilitado entre el opístomos y el pronaos.

De la fachada del templo, cuyo material es el mármol que en un origen fue policromado, tan sólo se conservan el estilóbato y estereobato, las columnas y parte del entablamento, cuyo friso se encuentra en el British Museum de Londres. Todos los elementos de la fachada tienen las características del orden dórico; las columnas carecen de basa, su fuste es estriado y con aristas vivas y tienen un capitel sobrio y masculino, típico del dórico. Sin embargo, en el interior del edificio encontramos columnas jónicas y corintias, más ornamentales.


Se sostiene la tesis de que esta anacronía arquitectónica se debe a que el templo fue reconstruido años después de su construcción inicial, incorporando elementos siguiendo las órdenes arquitectónicas del momento.

El templo se dedicó a Apolo, dios sanador, para agradecer su ayuda en la lucha contra la peste del pueblo de Figalia. Diremos que el templo tenía una finalidad religiosa. Según los relatos de Pausanias este templo fue construido por Ictino, arquitecto también del Partenón de Atenas aunque los historiadores se preguntan cómo una modesta aldea como Figalia fue capaz de contratar a un arquitecto tan prestigioso.
Se desconoce también el porqué de la ubicación del templo, en la montaña, a ocho kilómetros de la ciudad donde sólo se podría llegar tras una larga jornada caminando.

Comentario por: Inés González

lunes, 21 de octubre de 2013

Inmersión. Una introducción al mundo del Arte

Este es un blog muy particular. Ha sido creado para que alumnos de Arte comiencen a hablar, o escribir y pensar, sobre él. Se ha creado para que estudiantes puedan dar su opinión y debatir sobre Arte entre iguales. entre gente que se está iniciando en este fantástico vicio.
Si nos quieres acompañar, por tanto, no esperes encontrar aquí el número áureo ni la cuadratura del círculo. Sólo encontrarás un balbuceo al que, por supuesto, estás invitado para que te sueltes o para que, gracias por tu amabilidad, nos pongas un acento o nos corrijas una falta.
Y vosotros, mis alumnos, no os asustéis por la inmensidad de este Océano en cuya orilla estamos. Sólo encontraréis en él maravillas. Sólo hay que hacer una cosa: sumergirse.

Vale